Top 10 Discos Chilenos del 2024: Lo Mejor Según Mi Perspectiva

Aunque ya terminó el 2024, he estado leyendo un sinfín de posts sobre los mejores discos del año, y me entró el bichito de hacer el mío. Sí, a pesar de que no soy muy fan de estas cosas. Por eso, decidí hacer una versión enfocada en los discos chilenos que, para mí (y solo para mí), son los mejores del año.

Elegiré 10 álbumes, basándome en la música que me gusta, en lo que considero más novedoso o rompedor, y en la aceptación que han tenido del público en general (en mis tops, la música mainstream tiene preferencia, porque si no haces música para que la gente la escuche, ¿para qué la haces?).

Quiero recalcar que este es mi top, con lo que yo considero lo mejor. Eso sí, pueden estar seguros de que son álbumes que escuché y analicé muchas veces y con detenimiento. Por eso solo son 10. Podría haber hecho una lista de 50 discos, poniendo cualquiera en cualquier orden, habiéndolos escuchado solo un par de veces. Pero, como dice el dicho, "de lo bueno, poco". Y como quiero que sea un post corto (porque mientras hago este, estoy escribiendo dos más), mejor empecemos de una vez.

Ah, y si alguien tiene más discos para recomendar, déjenlos en los comentarios. Pero, como dijo el Mago Valdivia (funenme), "con respeto".

10. "Cuarto", Farmacos.

9. "Corazón Negro", We are the Grand.

Esta es otra placa que entra en la lista por mi gusto personal. Corazón Negro representa la calidad que ya conocemos del rock pop clásico que la banda interpreta desde hace muchos años. Con música llena de oscuridad y nostalgia, melodías simples y letras que abordan de forma directa temas como el amor y la introspección, el álbum tiene la capacidad de transportarnos a la esencia de sus trabajos anteriores. Son 11 canciones que, con una duración aproximada de 40 minutos, nos ofrecen un momento relajante, pero también encuentran fuerza en sus riffs de guitarra, haciéndonos cantar y entrar en el trance que el grupo ha preparado para nosotros.

8. "El Afuerino", Cristóbal Briceño. 

Cristóbal Briceño vuelve a demostrar su versatilidad con un álbum que sorprendentemente no he visto en ninguna lista. Después de dos discos de pop más clásicos, como El Doler Crece y Aurora, ambos ampliamente elogiados, el intérprete nos presenta un trabajo que mezcla ritmos modernos de boleros, cumbias e incluso algo de rancheras.

Con casi 46 minutos de duración y 12 temas, el disco incluye un cover de "Last Train to London" (Tren a Limache) en versión cumbia. Briceño, conocido como el vocalista de Fother Muckers, reafirma por qué es probablemente uno de los mejores intérpretes de su generación.

Siempre es gratificante ver a los artistas tomar riesgos en sus producciones, algo que personalmente valoro mucho. Sin embargo, con una calidad vocal como la de Briceño, esos riesgos siempre parecen minimizarse.

7. "Dime Presioso", Alex Anwandter.

6. "Reflexiones Tempranas", La Hipocresía Mato al Gato.

5. "UNDESASTRE", Gepe.

Explorando los sonidos latinoamericanos y el folclore, esta placa representa un equilibrio entre la innovación y el estilo único de hacer pop que caracterizan a Gepe. Si bien, para mi gusto, carece de esa parte electrónica que lo hizo conocido hace más de diez años y a veces se extraña un toque más 'indie', no puedo dejar de reconocer que es un gran disco. Demostrando la versatilidad del cantante, con mezclas de pop, reggae, folk, boleros y cuecas, entre otros estilos, este trabajo suena novedoso y, al mismo tiempo, familiar. Con 14 temas y 39 minutos de duración, cuenta con colaboraciones destacadas como Mon Laferte, Rubén Albarrán (Café Tacvba) y Movimiento Original, entre otros. Es un disco que yo definiría como tranquilo y bonito.

4. "Totem", Pedro Piedra.

Uno de mis discos favoritos del año, del cual ya hice un análisis más completo en otro post (te dejo el enlace un poco más abajo). Un discazo compuesto por 11 temas en el estilo clásico del artista. No tiene un lugar más alto porque, a veces, se me hace un poco largo; quizá, con tres temas menos, podría haber escalado algunas posiciones. En todo caso, eso no quita que el álbum suene moderno, mezclando lo aprendido en su anterior trabajo, Aló, con el estilo irreverente que lo caracterizó en sus primeras obras. Catalogado por el propio artista como su álbum más melancólico y energético, el disco ofrece una gran variedad de estilos y ritmos que son marca personal.

3. "El Último Romántico", Gianluca.

Este es uno de los discos que más llamó mi atención. Como ya he mencionado, no soy un gran fanático del rap en general, pero lo que encontré aquí fue algo diferente. Se trata de un ambicioso proyecto de 20 tracks y casi una hora de música, en el que el artista demuestra que está por encima del trap. A pesar de su extensa duración, el disco no se siente excesivamente largo (aunque, personalmente, lo reduciría un poco). Esto se debe a la variedad de estilos que incluye: además de hip hop, encontramos indie pop, house (y otros tipos de electrónica), bossa nova, ritmos latinos, baladas e incluso bolero (sí, parece que, al igual que el country se está poniendo de moda en el mundo anglo, aquí lo hace el bolero). Todo esto sin perder la esencia de su particular forma de cantar y su característico uso del autotune. Sin duda, es una placa muy bien lograda que incluso incluye una reversión del tema central de la extinta serie BKN.

2. "Vida", Ana Tiyoux.

El rap se ha tomado las listas en los últimos años, gracias a su capacidad de mezclar una gran variedad de ritmos y estilos. Vida es el disco más pop, sin dejar de lado su estilo característico, de esta rapera. En él encontramos tanto su hip hop clásico como trap y reguetón, siempre combinados con las influencias latinas que la artista franco-chilena ha mostrado a lo largo de su carrera. Tanto íntimo como reflexivo, este trabajo es una manera de enfrentar la muerte a través de la vida. Al final, la larga espera de 10 años por un nuevo álbum ha valido la pena, convirtiéndose en mi favorito, a pesar de no ser fan ni de la cantante ni del género. Reconozco lo moderno y revolucionario de esta nueva obra."

1. "Epistolares", Akriila.