El talento chileno en Viña: 10 artistas que marcaron el festival

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En el post anterior sobre Viña mencioné que hablaría de shows de artistas nacionales, y qué mejor momento que ahora, considerando que en este 2025, aparte de los humoristas, solo tendremos a Myriam Hernández como representante chilena (sí, la misma a la que Mike Patton le dedicó una canción en 1991) y Kid Voodoo. Así que volvemos con otra lista (sí, de 10) de espectáculos chilenos en el festival.

Acá sí que hay muchos para elegir, así que me limitaré a los que realmente me gustan. Como varios han pisado la Quinta más de una vez, priorizaré las presentaciones con su alineación original y el show que, en mi opinión, fue el mejor de cada uno. Igual, hablaré más de esto en cada apartado.

Intentaré que este post no sea tan extenso como la de los artistas anglos, porque me tomó semanas ver los shows y escribirlo, pero al final siempre hay mucho que contar. De todas maneras, te dejo el link al otro post por si no lo has leído, porque está buenísimo.

Y antes de empezar, una aclaración: esto no es un ranking, simplemente los iré poniendo en el orden en que me vaya acordando (excepto el último, que va ahí porque es el mejor), ya que, a  diferencia de los anglos, estos shows los tengo súper frescos en la memoria porque los he visto muchas veces.

Dicho esto, ¡vamos al grano!



1. Los Bunkers (2012)

Empecemos con los oriundos de Concepción, que han pisado la Quinta Vergara en tres ocasiones. Debutaron en 2007 cerrando la segunda noche del festival (una jornada que abrió el galés Tom Jones, quien, aunque no entró en mi lista anglo, también dejó un show inolvidable y súper recomendado). Luego vino su consagración en 2012, que es la presentación de la que hablaremos, y su regreso en 2024, tras algunos años separados.

¿Por qué elegí la de 2012? Primero, porque en 2024 no contaron con Mauricio Basualto, su baterista histórico. Además, me parece que tuvo el mejor setlist y que fue la vez en que Viña los trajo en su mejor momento. Recuerdo que por esos años tuve la oportunidad de verlos en vivo, y siempre me llamó la atención lo potente de su sonido. Ya radicados en México y con Música Libre (2010), su disco de covers de Silvio Rodríguez, tenian un sonido de grupo anglo: potente, enérgico y de una ejecución impecable, con ritmos influenciados por clásico rock británico, pero también capaces hacer cosas mas experimentales con en su último trabajo para ese entonces.

Los penquistas abrieron la noche del 25 de febrero con un show de aproximadamente una hora y media, dejando claro que no eran los mismos que debutaron en 2007. Combinando temas de Música Libre con éxitos de toda su discografía, hicieron vibrar a un público que, en su mayoría, había ido a verlos a ellos (distinto a su primera vez, donde cerraron una jornada con la quinta semivacia). este show lo recuerdo principalmente por lo que ya les comenté, su potencia y calidad en el sonido, con un setlist de solo exitos. Se llevaron todos los premios y terminaron de consolidarse como una de las bandas más queridas de Chile, además de la más importante de los 2000.







2. Manuel Garcia (2012)

Seguimos en el mismo año y en la misma noche. Manuel García subió al escenario justo después de Los Bunkers con un show corto, conciso, pero muy lindo.

Voy a ser sincero: aparte de las canciones de este concierto, casi no conozco más de su música. No es de mis artistas favoritos, y con eso creo que ya digo bastante, porque igual estoy recomendando su presentación. Para mí, fue el mejor paso que he visto de un representante del jurado en Viña.

En 50 minutos, el nortino logró hacer un show redondo. Comenzó solo en el escenario con su guitarra, interpretando Témpéra, y luego siguió con una selección de temas que recorrieron su carrera solista (recordemos que antes fue parte del extinto grupo Mecánica Popular). Con un sonido cálido, una interpretación increíble y un estilo que alternaba dulzura con fuerza, logró hipnotizar a la Quinta, ya fuera tocando solo o acompañado por su banda.

El cierre fue hermoso, con El viejo comunista, un momento de esos en los que, aunque te sepas la canción, es mejor guardar silencio y simplemente escuchar. También tuvo momentos más rebeldes, con sus canciones de crítica social y ese mensaje directo al presidente en forma de carta, algo que, en esencia, es puro rock, y que personalmente agradezco mucho.

Este fue su único paso por Viña, y fue especial. Un cantautor intimista, de esos que suelen brillar en auditorios más pequeños, logrando conquistar a un público que, aunque había ido principalmente por Los Bunkers, también disfrutaba de su música. Al final, se llevó todos los premios y nos dejó uno de los espectáculos más contundentes de su tipo en el festival.







3. Los Jaivas (1983)

Quiero partir diciendo que siempre me ha parecido increíble la relación de nuestro país con Los Jaivas . No es una banda que represente la música más popular, y aún así, su impacto es enorme, y estamos hablando de un grupo de rock progresivo (como Pink Floyd o King Crimson).

Personalmente, no soy fanático ni del progresivo ni de la música de raíz folclórica, pero la mezcla de ambos me parece interesante… siempre que no caiga en esas partes instrumentales eternas, donde la técnica prima sobre la emoción. Sin embargo, más allá de mis gustos, ¿cómo hacer un top de música chilena sin incluir a Los Jaivas?

La banda ha estado cuatro veces en el Festival de Viña, sin contar la fallida presentación de 2010 (cancelada por el terremoto). Pero si hay una actuación especial, es la de 1983, la única con su formación original. Este regreso a Chile, después de años de exilio en Argentina y Francia, los llevó a presentarse dos noches en la Quinta Vergara, en plena dictadura.

Para ese entonces, Los Jaivas ya eran una banda ultra consolidada, con trabajos fundamentales como Alturas de Machu Picchu. El repertorio del show fue una seguidilla de éxitos, que incluso hoy en día sigue siendo parte esencial de sus conciertos, con la posible excepción de Hijos de la Tierra.

Gracias a Internet, podemos ver esta presentación histórica y, de paso, disfrutar del gran Gabriel Parra (quien falleció en un accidente automovilístico en Perú el año 88) en su máximo esplendor, considerado uno de los mejores bateristas en la historia de Chile y del mundo. También están presentes el talentoso Gato Alquinta (fallecido en Coquimbo  el 2003) y Eduardo Parra, quien ya no toca con la banda debido al agravamiento de una enfermedad que padece desde niño.

Si bien Los Jaivas no son mi banda favorita, reconocer su legado es innegable. Y ver esta presentación en Viña 1983 es un verdadero privilegio (en la presentación del festival  del 2002 también estan el Gato y Eduardo, y también se puede ver en Internet).







4. Sinergia (2008)

Creo que llegó el momento de hacerle justicia a una de las bandas más subestimadas de este país. Siento que Sinergia nunca ha tenido el reconocimiento que merece como uno de los grupos más únicos y especiales que tenemos. Además, son lo más cercano al rock pesado que ha pasado por el Festival de Viña en cuanto a bandas chilenas. Son inconfundibles, y apenas escuchamos a Don Rorro cantar, sabemos de inmediato que es él. (Creo que debería –y lo voy a hacer– armar una lista en Spotify con canciones que no son de Sinergia pero cantadas por Don Rorro).

La noche del 21 de febrero de 2008 tuvo como número principal a los estadounidenses de Journey y al comediante Stefan Kramer, así que cuando le tocó el turno a Sinergia, el show empezó bastante tarde y con mucha gente que ya se había retirado. Pero eso no impidió que el sexteto nacional hiciera lo suyo con la potencia y el carisma que los caracteriza.

Yo he tenido la oportunidad de verlos en vivo un montón de veces, y no hay ningún video que le haga justicia a lo potente que suenan en directo. por otro lado, afortunadamente, hoy en YouTube podemos encontrar el show completo, que dura aproximadamente una hora, porque en su momento la transmisión televisiva se cortó después de que tocaran su hit del momento, Te enojai por todo. Ahora, al menos, podemos disfrutar incluso de Chacalin, una joyita más conocida por los fans acérrimos.

Sé que hay gente a la que no le gusta esta forma más lúdica y estriónica de hacer música, pero Sinergia es, sin duda, una de las grandes bandas de nuestro país. Quizás este show no sea muy recordado por el horario y el público de esa noche, pero eso no tiene nada que ver con la calidad del espectáculo que dieron. Por suerte, tuvieron su revancha en 2015, cuando se presentaron en la Fiesta de la Independencia de Talca ante una multitud, en un show que sí quedó grabado en la memoria de muchos como uno de los mejores de ese festival.











5. Los Tres (1996) 

El año pasado (2024) se concretó la "revuelta" de Los Tres. Después de su primera separación, habían vuelto a juntarse, pero sin Francisco Molina, su baterista original. Esta nueva reunión, en cambio, trajo de vuelta a los cuatro miembros fundadores: Álvaro Henríquez, Ángel Parra, Roberto "Titae" Lindl y Francisco Molina, después de casi 25 años separados.

¿Por qué menciono esto? Porque me parecía que este 2025 era la ocasión perfecta para que el Festival de Viña tuviera en su parrilla a una de las bandas más icónicas de la historia del rock chileno y, sin duda, la más importante de los 90. No sé si la organización no los quiso llevar, si hubo problemas en la negociación o si ellos mismos rechazaron la invitación, pero lo cierto es que no estarán en una edición del festival que, como mencioné en la introducción, destaca por la escasez de artistas nacionales.

Los oriundos de Concepción han pisado la Quinta Vergara en tres ocasiones, pero solo en la de 1996 lo hicieron con su formación original. Las otras dos presentaciones fueron en 2007 y 2014, cuando ya no contaban con los cuatro miembros fundadores.

En ese Viña ‘96, la banda se presentó justo después de haber grabado su MTV Unplugged, que saldría a la venta unos meses después y los catapultaría a la fama internacional. Con un show de aproximadamente una hora, demostraron por qué son uno de los pilares del rock nacional. Vestidos con una réplica del uniforme escolar que usaban cuando comenzaron, tocaron sus mayores éxitos hasta ese momento, como Déjate Caer, Amor Violento y He Barrido el Sol. Hay que recordar que en ese entonces aún no lanzaban ni el MTV Unplugged (su disco más vendido) ni Fome (para muchos, su mejor álbum de estudio, que incluye joyas como La Torre de Babel).

Con un sonido sólido y único, marcado por su virtuosismo en la ejecución, dejaron más que satisfecho al público y se llevaron todos los premios de la noche. Sin duda, fue una de las grandes actuaciones de una banda nacional en el festival, y aunque volverían a subirse al escenario en 2007 y 2014 con muy buenos shows, ya no lo harían con la formación original.

Ojalá el próximo año podamos verlos de nuevo en la Quinta, porque si hay un momento ideal para que Los Tres regresen a Viña, era este.







6. Pettinellis (2004)

El Festival de Viña 2004 no solo fue la edición  donde se presentó la banda Toto, como mencionamos en el post anterior, sino que también marcó la última edición animada por Antonio Vodanovic. Además, fue la última presentación en la Quinta Vergara de grandes artistas como Juan Gabriel, Camilo Sesto, Soraya, Pau Donés (vocalista de Jarabe de Palo), Tito Fernández y el humorista Sandy, todos fallecidos a la fecha.

Por aquellos años, era común que el festival tuviera una "noche chilena", dedicada exclusivamente a artistas nacionales. En 2004, esta noche se realizó el sábado 21 de febrero y tuvo como cierre el show de Pettinellis.

La banda, formada durante el receso de Los Tres, contaba en sus filas con Álvaro Henríquez y el destacado tecladista Camilo Salinas. En ese momento, tenían un solo álbum de estudio, su homónimo Pettinellis (2002), además de la banda sonora de la película Sexo con Amor (2003). Esta fue su única vez en la Quinta Vergara y una de las últimas presentaciones con su formación original, ya que, si bien volvieron a juntarse en 2011 y 2022 (esta última vez incluso lanzando su segundo disco de estudio), nunca lo hicieron con el cuarteto original de guitarra, bajo, batería y teclados.

El show duró aproximadamente 50 minutos e incluyó canciones de su álbum debut, de la banda sonora de Sexo con Amor y también de Los Tres, con la participación especial de Titae Lindl como invitado. Uno de los momentos más destacados fue su interpretación de El pueblo unido, de Quilapayún, un tema que con el tiempo se volvería recurrente en sus presentaciones. Esta canción tuvo un significado especial, ya que muchos años antes, Quilapayún habían actuado en Viña y fueron censurados por la televisión (año 1973), dándole un peso simbólico aún mayor.

En total, fueron 11 canciones que, a pesar de lo tarde de la presentación, dejaron al público más que satisfecho. Pettinellis se llevó las dos antorchas y las dos gaviotas, consolidando una actuación memorable que, gracias a internet, aún podemos seguir disfrutando con su formación original, la que sin duda le daba una calidad única al grupo.







7. 31 minutos (2013)

La noche del 27 de febrero será recordada por muchos años como una noche especial. Fue la primera vez que los niños asistieron en masa a la Quinta Vergara, aunque, para ser sinceros, los más entusiasmados con el espectáculo eran los papás.

Esta fue otra de las "noches chilenas" del festival, con la participación de 31 Minutos, la cantautora Francisca Valenzuela (como parte del jurado) y Jorge González, quien cerró la jornada.

Peirano y compañía llevaron una banda de lujo a la Quinta, con los hermanos Ilabaca (Felipe en el bajo y Pablo en la guitarra), Pedro Piedra en la batería y Camilo Salinas en los teclados, además del elenco original de voces de los personajes. Durante una hora y 30 minutos, presentaron un show que fue una adaptación especial para el festival de su aclamado espectáculo en vivo La gira mundial de 31 Minutos.mostrando un gran sonido y excelente espectaculo visual se llevaron los premios y el cariño de la gente.

Para que toda la puesta en escena de títeres pudiera apreciarse bien tanto en la Quinta Vergara como en la transmisión televisiva, la producción de 31 Minutos fabricó versiones más grandes de los muñecos, además de un supuesto "monstruo de la Quinta Vergara" que era clave en la historia contada durante el show. La trama giraba en torno a Tulio Triviño animando el certamen, con las canciones del programa formando parte de la competencia, todas representando a Chile, y con muchos momentos de humor clásico del programa.

La presentación de 31 Minutos fue un espectáculo musical y teatral como nunca antes se había visto en el festival, y como nunca volvió a haber. Lleno de canciones, humor irónico y momentos únicos, demostró que el certamen podía ser tanto para adultos como para niños, convirtiéndose en un referente de cómo hacer un show masivo de este tipo. Sin duda, un momento que difícilmente volveremos a presenciar.







8. Sexual Democracia (1992)

Aquí entra a importar exclusivamente mi criterio personal. Es muy probable que Sexual Democracia sea la banda más desconocida de esta lista, pero la verdad poco me importa, porque son uno de mis grupos favoritos, y su disco Buscando Chilenos me parece una joya en la mezcla del rock con géneros tan diversos como la guaracha y el pop.

El lunes 17 de febrero de 1992, los oriundos de Valdivia dijeron presente en la Quinta Vergara. Con su estilo vanguardista, rompieron el molde con letras lúdicas y llenas de humor, pero también cargadas de crítica social, incluso se atrevieron a tocar su tema antibélico canción  Pacífico Violenta,  en una plena explosión del rock chileno en los noventa.

Aproximadamente 40 minutos duró el show de la banda liderada por Miguel Barriga, quien con su carisma y humor conquistó a un público que no necesariamente había asistido al festival para verlos a ellos, pero  aun así, lograron llevarse una Antorcha.

En total interpretaron nueve canciones, entre las que destacan Los Chicos Buenos, Ella Gana Más Plata Que Yo, Los Pitutos e incluso una canción en mapudungun (Marichiweu). Aunque el rock chileno ya tenía presencia en Viña, Sexual Democracia trajo una versión más lúdica y crítica del género, demostrando que se podía hacer música con contenido social sin perder el humor y la fiesta.

Tras su paso por el festival, la banda siguió consolidándose como un referente del rock nacional y, hasta el día de hoy, su participación en Viña 1992 es recordada como uno de los momentos más originales del evento.







9. Chancho en Piedra (2004)

2004 y 2006 fueron los dos años en que tuvimos a los hermanos marranos actuando en Viña del Mar. Me decidí por este primer show, básicamente, porque en esta presentación usaron vientos como músicos de apoyo, mientras que en 2006 incorporaron a Angelo Pierattini (Weichafe) en la guitarra. Y no tengo problemas con Pierattini—de hecho, Weichafe es una banda que me gusta mucho—pero considero que el funk de los Chanchos es otra cosa cuando incluye saxofón, trompetas y demás vientos.

El jueves 19 de febrero de 2004, una de las bandas más importantes de Chile y una de las más convocantes (si no la que más) fue la encargada de cerrar la noche, que había abierto el fallecido Camilo Sesto. El público de Chancho en Piedra es de los más fieles de la escena chilena y no tuvo problema en esperar hasta la madrugada para disfrutar del debut en el festival de su banda favorita.

Casi una hora de música ofrecieron en un espectáculo sólido, acompañados por varios músicos de apoyo, entre los que destacaban los vientos y las percusiones. Con un sonido impecable y una conexión única con su público, demostraron por qué son tan queridos en Chile. Interpretaron éxitos de sus discos hasta ese momento, con canciones como Eligiendo una Reina, Volantín, Guach Perry y Edén, todas coreadas por la Quinta Vergara.

Si bien ya eran una banda consolidada, con casi diez años de trayectoria, su paso por Viña los instaló definitivamente como una de las agrupaciones más reconocibles del país. Con su estilo de funk tan particular, se metieron en el inconsciente colectivo, y por eso: ¡Que viva Chile mierda y los Chancho en Piedra!







10. Los Prisioneros (2003)

Es difícil empezar a escribir sobre todo lo que pasó esa noche en la Quinta Vergara. Solo basta decir que esta actuación de Los Prisioneros es considerada una de las mejores de la historia del festival. Y es que la noche del sábado 22 de febrero pasó de todo: Jorge González disparando contra todos en lo más punk que jamás se haya vivido en el evento, los productores de Canal 13 (canal que transmitió esa edición) dudando si cortar la transmisión, pero ya no estábamos en tiempos de censuras. Un público completamente conectado con la banda, pidiéndolos desde el comienzo de la noche, y coreando todas sus canciones. Un setlist lleno de éxitos y una banda que esa noche tocó e interpretó sus canciones con una calidad nunca antes vista.

Si bien Los Prisioneros ya se habían presentado dos noches en el festival de 1991, esta vez era con la formación titular: González, Tapia y Narea. Llegaban a la Quinta después de que se les negara la participación en aquel lejano festival de 1987, en plena dictadura. Y el espectáculo de 2003 empezó varios días antes. Desde el arranque de esa edición del festival, la banda fue constantemente pifiada por el público en cada noche previa a su presentación, lo que ellos consideraron un ataque orquestado por la prensa. Así fue como entraron al escenario pidiendo más pifias. Como por contrato no podían hacer declaraciones polémicas, González las incluyó en las canciones, lo que cambiaría para siempre la manera en que se redactaban estos contratos en Viña.El canal organizador, la Iglesia Católica, la prensa, el presidente y George Bush fueron algunos de los citados en las canciones, además de los discursos en contra de la invasión a tierras árabes que Estados Unidos estaba proponiendo, usando como excusa los ataques del 11 de septiembre.

En lo estrictamente musical, este show es considerado (y yo también lo creo) el mejor registro en vivo que tenemos de la banda, incluso por sobre el DVD doble del Estadio Nacional que marcó su regreso tras 12 años. El sonido es increíble, y los sanmiguelinos tuvieron una ejecución casi perfecta, especialmente González, e interpretaciones como la de Estrechez de Corazón hasta el día de hoy me pone la piel de gallina. Además, hubo una complicidad única con el público. Si hay una banda en Chile capaz de hacer un concierto donde absolutamente todas las canciones son conocidas, son Los Prisioneros, y eso se nota en la Quinta Vergara, con la gente coreando cada tema.

En fin, este fue un show que lo tuvo todo: punk, polémicas, un sonido espectacular, un gran setlist, pero sobre todo, una conexión brutal de la banda con su gente, en un espectáculo que tardó 16 años en llegar al Festival de Viña.






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