Esta vez vamos a adentrarnos en un tema más técnico de la música. Uno que suele generar mucha confusión cuando decides coleccionar música, especialmente si hablamos de vinilos y tornamesas: la cadena de audio.
Cuando empecé en este mundo, tuve un montón de dudas. Pasé horas viendo videos y buscando información para encontrar el mejor sistema posible dentro de mi presupuesto. Como muchos, empecé con equipos muy básicos y cometí varios errores en el camino. Justamente por eso quiero escribir este post: si estás pensando en entrar al mundo de los vinilos y la música analógica, quiero ayudarte a evitar los mismos errores que yo cometí. Así podrás ahorrar dinero y evitar comprar equipos de mala calidad o que terminarás queriendo reemplazar rápidamente.
Por otro lado, incluso si no tienes interés en vinilos o en mejorar tu sistema de audio, te aseguro que la información aquí será muy útil. Podrás aplicarla para optimizar la forma en la que escuchas música, sin importar el equipo que uses.
En este post hablaremos de tocadiscos, parlantes activos y pasivos, preamplificadores, amplificadores, y, al final, tocaremos temas como ecualizadores y audífonos. Tranquilo, no te preocupes si algunos conceptos suenan complicados al principio; los iré desglosando poco a poco.
Mi idea es que este texto quede como una especie de guía enciclopédica que puedas consultar siempre que tengas dudas sobre sistemas de audio.
Además, antes de empezar, te dejo un enlace a otra página de mi blog donde muestro mi equipo de audio actual. La iré actualizando a medida que mejore mi setup, y también encontrarás enlaces de compra por si te interesa cotizar alguno de los equipos.
Por último, si tienes dudas o notas que se me olvidó algún tema importante, no dudes en dejar tu comentario. ¡Estoy aquí para ayudarte!
Mi Equipo de Audio
Para empezar, quiero contarte que un sistema de sonido estándar para un tocadiscos sigue el esquema que te mostré más arriba. Sin embargo, si planeas usar un sistema de audio para reproducir CDs, el panorama cambia un poco, ya que estamos hablando de un formato digital en lugar del analógico que caracteriza a los vinilos.
Si además quisieras integrar ecualizadores o efectos, el esquema podría volverse un poco más complejo. Antes de adentrarnos en esos detalles, aquí tienes el esquema para un reproductor de CD. Es importante mencionar que, en lugar de un reproductor de CD, también podrías usar un reproductor MP3, MP4 o incluso un celular, ya que en este caso estaríamos hablando de la fuente de música digital dentro del sistema.
Empecemos aclarando la diferencia entre estas dos formas de reproducir la musica:
Audio Analógico:
El audio analógico es una forma continua de reproducir el sonido, tal como fue capturado originalmente. El sonido, que se transmite en forma de ondas, se graba en medios como los vinilos mediante vibraciones. Estas vibraciones, producidas por las ondas sonoras, quedan registradas en los surcos del disco.
Posteriormente, la aguja del tocadiscos lee estos surcos, transformando las vibraciones nuevamente en ondas sonoras que, al ser amplificadas, llegan a los parlantes y finalmente a nuestros oídos, reproduciendo así el sonido de manera fiel y natural.
Audio Digital:
Una de las mayores ventajas del audio digital es su facilidad para ser transferido a través de Bluetooth o internet, permitiendo una distribución rápida y eficiente. Sin embargo, aunque algunos tocadiscos modernos ofrecen transmisión digital, esto no es lo ideal, ya que se pierde parte de la experiencia auténtica que hace especial a los vinilos.
Finalmente, estos dispositivos electrónicos convierten nuevamente los datos binarios en ondas sonoras, que los parlantes reproducen para que podamos escucharlas.
¿Cuál es mejor, analógico o digital?
Cada formato tiene sus propias ventajas y desventajas. El audio analógico, como el de los vinilos y las cintas magnéticas (casetes), ofrece un sonido más cálido y auténtico, pero es más susceptible a daños y desgaste con el tiempo. Por otro lado, los CDs brindan una reproducción más precisa y no se deterioran con el uso. Al final, la elección depende de tus preferencias y prioridades.
Lo que sí podemos afirmar con certeza es que, para obtener una buena calidad de sonido, es crucial minimizar las pérdidas en todas las etapas de la cadena de audio (el esquema). Cada componente influye en el resultado final que escuchamos. Por ejemplo, el Bluetooth, al ser una transmisión inalámbrica en lugar de por cable, introduce una pérdida de calidad notable en comparación con una conexión física.
Partes de la cadena de audio
Tocadiscos
Un tocadiscos es un aparato mecánico y eléctrico diseñado para reproducir discos de vinilo. Está compuesto principalmente por un plato giratorio, un brazo y una cápsula (que contiene la aguja). El disco se coloca sobre el plato giratorio, y la aguja se encarga de capturar las vibraciones físicas de los surcos del vinilo mientras gira, las cuales son transformadas en ondas eléctricas que pueden ser transmitidas mediante cables.
Los tocadiscos se pueden dividir en dos grandes grupos según su mecanismo de tracción:
Tocadiscos de tracción directa
En este tipo, el motor que hace girar el plato está ubicado justo debajo del mismo. Este diseño ofrece una mayor precisión en la velocidad de giro, lo que los hace ideales para DJs y quienes realizan scratch con ellos. Sin embargo, al tener el motor directamente conectado al plato, pueden generar más vibraciones, lo que afecta mínimamente la calidad del sonido.Tocadiscos de tracción por correa
Aquí, el motor se encuentra alejado del plato y el giro se transmite mediante una correa de goma. Este diseño reduce significativamente las vibraciones, proporcionando un sonido más estable y limpio. Sin embargo, sacrifica algo de precisión en la velocidad de giro. Por esta razón, son los preferidos por coleccionistas y quienes los usan exclusivamente para reproducir discos.
Finalmente, quiero advertirte sobre los famosos tocadiscos de maleta. Aunque pueden verse muy atractivos por su diseño retro, son un verdadero desastre para reproducir música y solo sirven como adorno. Yo comencé con uno de estos y no quiero que cometas el mismo error. Su calidad de sonido no se compara en absoluto con la de un tocadiscos real, y lo peor es que terminaran rayando tus preciados discos de vinilo.
En mi caso, fue una completa pérdida de dinero. Si pudiera volver a empezar, ahorraría un poco más para invertir en una opción de mayor calidad desde el principio. Si buscas un tocadiscos económico, mi recomendación, que seguramente también encontrarás en muchas listas de Internet, es el Audio-Technica LP-60. Es un modelo de tracción por correa que destaca por su excelente relación calidad-precio y es ideal para quienes quieren iniciarse en el mundo del vinilo sin gastar una fortuna.
Tracción directa
Tracción por correa
Preamplificador Phono
Este dispositivo electrónico tiene como función principal aumentar la intensidad de las señales generadas por el tocadiscos antes de enviarlas al amplificador principal. Pero su tarea no termina ahí: también aplica una corrección tonal conocida como ecualización RIAA, que compensa las modificaciones de frecuencia realizadas durante el proceso de grabación del vinilo. Esto asegura que el sonido final sea lo más fiel posible al original.
Los preamplificadores phono son necesarios únicamente cuando la fuente de sonido es un disco de vinilo, no para reproductores de CD u otros formatos digitales. Además, pueden venir integrados en el tocadiscos o en el amplificador principal, aunque este detalle lo exploraremos más adelante.
En cuanto a su precio, existe una amplia variedad. Puedes encontrar opciones muy económicas, desde alrededor de 20 dólares, hasta modelos de alta gama que superan los 500 dólares. Esto depende de la marca, el tipo de preamplificador y sus características. Incluso existen modelos con tecnología de tubos, similares a los amplificadores de guitarra, que ofrecen un sonido cálido y distintivo.
Reproductores de cd o cualquier fuente de audio digital
Este es el inicio de la cadena de audio si no vamos a escuchar vinilos. A diferencia del tocadiscos, en este caso no necesitamos un preamplificador. Este punto de partida puede ser un reproductor de CD, un MP3, tu celular o incluso dispositivos más avanzados. Son estos dispositivos los que se encargan de transformar el audio digital a una señal analoga, para que los parlantes reproduscan.
Hoy en día, existen reproductores Hi-Res y reproductores de streaming, que se diferencian de los celulares porque cuentan con una tarjeta de sonido incorporada. Esto les permite procesar el sonido de manera mucho más eficiente, haciendo mejor la transformación de digital a analoga, aumentando considerablemente su calidad.
En esta etapa de la cadena, hay opciones para todos los gustos y presupuestos. Todo depende de la calidad de sonido que esperes obtener y cuánto estés dispuesto a invertir. ¡Solo es cuestión de buscar la opción que mejor se adapte a tus necesidades!
Amplificadores
Una vez que tenemos nuestra señal de audio, ya sea proveniente de un sistema digital (convertida previamente a analógica) o de un preamplificador, necesitamos darle el último empujón para que los parlantes puedan reproducirla. El amplificador tiene la función de elevar esta señal al nivel deseado para escucharla con claridad, sin generar distorsiones y siendo lo más fiel posible al sonido original. Básicamente, como seguramente ya estás pensando, su propósito principal es darnos volumen.
Los amplificadores están presentes, con mayor o menor calidad, en prácticamente todos los dispositivos que usamos a diario para producir sonido. Cuando subimos o bajamos el volumen de un televisor, un celular, una alarma, etc., lo que estamos haciendo es ajustar la intensidad del amplificador interno de ese dispositivo. Estos amplificadores suelen estar integrados en el sistema completo, junto con el reproductor (que procesa el audio digital y lo convierte a analógico) y los parlantes o altavoces. Por eso, muchas veces los usamos sin siquiera notarlo.
Sin embargo, en sistemas de audio de alta calidad, el amplificador es uno de los componentes más importantes para lograr un sonido excepcional. Un buen amplificador no solo debe aumentar la señal, sino hacerlo con precisión, minimizando el ruido y las distorsiones. Esto permite que los matices de la música, como la claridad de los instrumentos y la profundidad de los bajos, se reproduzcan de manera fiel al original. De hecho, un amplificador de calidad puede marcar una gran diferencia entre un sonido común y una experiencia auditiva verdaderamente inmersiva.
En una cadena de audio Hi-Res (de alta calidad) o en la reproducción de vinilos, buscamos separar cada componente de la cadena de audio lo máximo posible. Esto nos permite tener mayor control sobre cada etapa y, al mismo tiempo, la posibilidad de mejorar gradualmente nuestro sistema de audio, reemplazando solo una parte cuando sea necesario.
Estos equipos suelen tener un costo elevado, que puede ir desde los 400 dólares hasta varios miles, dependiendo de la marca, el modelo y las características específicas.
Parlantes
Los parlantes o altavoces son dispositivos electroacústicos cuya función principal es transformar las señales eléctricas en ondas sonoras que nuestros oídos pueden percibir. Representan la etapa final de la cadena de audio y están compuestos por tres elementos principales:
- Diafragmas o conos, que vibran para producir las ondas audibles.
- Bobinas móviles, que generan movimiento al interactuar con un campo magnético.
- Imanes, que trabajan junto con la corriente eléctrica para mover los conos.
Podemos clasificarlos en dos tipos principales: pasivos y activos. Estos términos se refieren a la presencia o ausencia de un amplificador incorporado en el parlante:
- Los parlantes activos cuentan con un amplificador integrado, por lo que necesitan conectarse directamente a la corriente eléctrica.
- Los parlantes pasivos, en cambio, no tienen amplificador y deben conectarse a una fuente de audio o a un amplificador externo para funcionar.
Si no estás seguro del tipo de parlantes que tienes, una buena referencia es cómo los conectas: si necesitan enchufarse a la corriente eléctrica, son activos; si solo requieren una conexión al amplificador o fuente de audio, son pasivos.
En el mundo de los parlantes, hay un sinfín de opciones por descubrir. Su diseño actúa como una caja de resonancia, lo que significa que su forma, tamaño y materiales influyen directamente en el tipo de sonido que producen. Por esta razón, encontrarás parlantes de distintas formas, dimensiones y construcciones, cada uno con características que aportan un matiz único a la experiencia auditiva.
Con esto, hemos terminado de explorar las partes principales de una cadena de audio. ¡Ha sido bastante información para un solo post! Así que lo dejamos hasta aquí por hoy.
En el próximo post, hablaremos sobre cómo podemos armar esta cadena de audio tanto para un tocadiscos como para un reproductor. También tocaremos el tema de los ecualizadores, para que puedas personalizar y mejorar aún más tu experiencia sonora.
Pero por ahora, nos despedimos. ¡Gracias por leer y nos vemos en el siguiente post!
Saludos,
Mauricio